Nervios contra interpretación

Dicen que a la tercera va la vencida, pero Marissa Meza espera que en su caso no sea así. La californiana se enfrenta nuevamente a la posibilidad de salir de la competencia de “Objetivo fama 4” y espera que el público la favorezca una vez más.

“Les pido que no pierdan la fe en mí, porque el que haya sido nominada tres veces no es por falta de interés, porque he trabajado muy duro cada semana. El jurado puede seguir votando en mi contra, pero eso no va a detenerme porque mi vida es la música y eso me ha hecho mucho más fuerte y con más ganas de demostrarle a todos que lo puedo hacer”, dijo Marisa ayer a El Nuevo Día.

Cuando Marissa regrese el sábado al Centro de Bellas Artes de Guaynabo, el público ya habrá tomado su decisión. Aún así dará lo mejor de sí cuando cante en escena el número ‘Para amarnos más’ (de Mijares) junto al otro amenazado de la semana: Jorge Artemio Ochoa.

Marissa Meza “Al ser nominada por tercera vez eso me hace más fuerte”

Marissa nunca había escuchado el tema, por lo que se prepara no sólo aprendiendo la letra, sino también impartiéndole el sentimiento que conlleva. La joven de 18 años reveló que uno de los jueces, Roberto Sueiro, le había señalado tras bastidores que sus nervios la traicionaban.

“Es cierto, porque cuando ensayo todo sale bien, pero cuando voy a las galas me descontrolo”, admitió quien señala que la separación de su familia es un factor importante en lo emocional, pues nunca antes se había separado de ellos.
Para Jorge ese no es problema, pues la separación de los suyos es una constante en su vida. Hace ocho meses llegó solo a California en busca de la satisfacción profesional que no encontró en México, donde se graduó de informática hace dos años.
 

Jorge Ochoa “Yo traté pero no di la talla”

“Desde niño estoy acostumbrado a estar separado de mi familia y no es desamor. Cuando uno deja su país con una carrera hecha para irse a otro donde no eres nadie no te das por vencido fácilmente. Por eso estoy aquí, estudiando inglés para revalidar mi profesión y con un objetivo: triunfar como artista”, asegura quien tuvo que trabajar como albañil para ganarse la vida.

Jorge entiende que su fallo en la prueba el pasado sábado fue no interpretar correctamente el género del pop ni la coreografía en un número de RBD.

“Lo tomé como un reto e hice lo mejor que pude, porque no estoy acostumbrado a cantar y bailar al mismo tiempo. También me sentí incómodo en los registros graves, pero cuando entré en esta competencia sabía que no venía a un lecho de rosas”, concluye.

Por Patricia Vargas / End.pvargas@elnuevodia.com